Por Nini Wu, MD, MBA, Directora Médica y de Desarrollo, Salud Especializada
No importa quién seas, escuchar las tres palabras «tienes cáncer» desencadena una montaña rusa emocional que oscila entre el shock y la incredulidad hasta la aceptación y la determinación. En el momento en que nosotros, como clínicos, pronunciamos esas palabras, los pacientes quieren saber tanto como puedan lo más pronto posible para desarrollar un plan de tratamiento para superar al cáncer y vencerlo en su propio juego. Innumerables estudios clínicos, así como nuestras propias experiencias directas como clínicos viendo pacientes en la comunidad, nos dicen que, aunque la biología y genética del cáncer juegan un papel significativo en los resultados de salud, el código postal de un paciente y otros determinantes sociales de la salud tienen tanto, si no más, impacto en su pronóstico. Esto significa que, para demasiados pacientes, las barreras geográficas y socioeconómicas apilan las cartas en su contra antes de que incluso comiencen su lucha contra el cáncer.
La promesa de la tecnología práctica para expandir el acceso equitativo a la atención
Cada febrero, la comunidad oncólogica conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, una iniciativa única diseñada para unir al mundo en la lucha contra la epidemia global de cáncer. Es una increíble observancia anual durante la cual cada parte interesada importante en la comunidad global del cáncer, desde la Organización Mundial de la Salud hasta el Congreso y todas las organizaciones clínicas, de investigación y de defensa entre ellas, se unen para aumentar la conciencia y redoblar sus esfuerzos en reducir el impacto global del cáncer. El enfoque del Día Mundial contra el Cáncer de este año está en cerrar la brecha de atención del cáncer y crear una experiencia de atención más equitativa para todos. Habiendo pasado 20 años practicando la oncología comunitaria y administrando una práctica, a menudo reflexiono sobre cómo la tecnología puede ayudar a cerrar estas brechas de atención, pero no de la manera que podrías pensar.
Mientras que la llegada de la IA, el aprendizaje automático y otros avances tecnológicos de vanguardia están presentes en todos lados, la IA no puede transportar a un paciente al tratamiento o abordar la inseguridad alimentaria (al menos no todavía). Para abordar problemas prácticos y cerrar brechas reales de atención del cáncer en la comunidad, necesitamos adoptar tecnología práctica.
A veces, la tecnología más simple y directa es exactamente lo que necesitamos para hacer el trabajo, un sentimiento que me lleva de vuelta a mis viajes de infancia a Taiwán para visitar a mi abuela. Durante mis visitas, veía a mi abuela lavar la ropa en el río que corría junto a su casa. Recuerdo haberme quedado asombrado por el proceso, los muchos pasos involucrados y la increíble cantidad de tiempo gastado. Aunque el proceso era divertido en ese momento, ahora pienso en cuánto tiempo podría haber ahorrado mi abuela usando una lavadora y secadora. Mi abuela no necesitaba IA para hacer su lavandería más eficientemente: simplemente necesitaba tecnología confiable, fiable y práctica. Esta misma premisa se mantiene verdadera cuando pensamos en aprovechar la tecnología directa para cerrar la brecha de atención del cáncer.
Volviendo a lo básico para avanzar la atención de oncología comunitaria
Enfocado en permitir que las prácticas independientes de oncología comunitaria continúen brindando atención a los pacientes donde desean recibirla, en la comunidad local. Mientras estoy emocionado por cómo ayudaremos a entregar tecnologías de vanguardia como el monitoreo de pacientes a distancia y análisis habilitados por IA en el entorno de oncología comunitaria, también me apasiona ayudar a las prácticas de oncología comunitaria a volver a lo básico para abordar los determinantes sociales de la salud. A menudo pienso en cómo podemos retroceder la tecnología, moviéndonos de «inteligente» a analógico cuando la situación lo requiere. Por
ejemplo, si un paciente mayor no se siente cómodo usando un smartphone, quizás usemos tecnología celular para llamarlo en su lugar. Cuando encontramos a los pacientes donde están, ampliamos el acceso y cerramos brechas en la atención.
Para avanzar en el campo y realizar la promesa completa de las tecnologías y terapias emergentes, debemos ayudar a las prácticas de oncología comunitaria a abordar los problemas fundamentales que enfrentan sus pacientes hoy en día. Por ejemplo, el primer paso para inscribir a un paciente en un ensayo clínico genómico debería ser asegurar que los pacientes puedan acceder y leer los formularios de consentimiento, independientemente del acceso a smartphones o idioma nativo.
Al volver a lo básico con la tecnología para combatir las barreras de atención y habilitar el éxito de la práctica de oncología comunitaria, juntos podemos ayudar a cerrar la brecha de atención del cáncer no solo para el Día Mundial contra el Cáncer, sino todos los días.
Como Directora Médica y de Desarrollo, Salud Especializada en Cardinal Health, la Dra. Wu lidera un equipo enfocado en apoyar y empoderar a las prácticas de oncología comunitaria para mantener su independencia mientras brindan atención de alta calidad y centrada en el paciente. La Dra. Wu, que pasó 20 años practicando la oncología comunitaria y administrando una práctica de oncología comunitaria, se apasiona por aprovechar su diverso trasfondo para optimizar la experiencia del clínico y del paciente mientras apoya la diversidad, equidad e inclusión en todos los aspectos de la entrega de atención médica.
